Québec
Aventura Urbana por Québec
Fotografía y texto: Aventura vertical
Las opciones para vacacionar en Québec son muy variadas, La ciudad capital ofrece atractivos interesantes, tanto en su entorno urbano como en los múltiples espacios naturales, a los cuales se puede acceder mediante actividades complementarias que permiten ejercitarnos y conocer rincones que forman parte de la vida cotidiana de los quebequences.
Para vivir esta experiencia, temprano nos dirigimos al mercado del viejo puerto (marché du vieux-porto), en el que encontramos toda clase de frutas, vegetales, productos artesanales y, por supuesto, la famosa miel de maple.
En una de las esquinas del mercado, del lado del muelle, se encuentra la tienda Cyclo Services, un espacio donde se pueden comprar bicicletas y todos los accesorios. También se pueden rentar bicicletas para recorrer las calles de la ciudad o el lugar que uno quiera
Jean-Marc Laprise es una persona muy amable, es experto y muy profesional en su negocio. Tomamos la ruta para llegar a uno de los sitios históricos llamado Parc de la Chute-Montmorency, donde hicimos una pequeña caminata y disfrutamos del paisaje de unas cascadas. Este día conocimos la ciudad de un modo diferente, gran aventura natural.
La ciclo pista parte del viejo puerto y en un breve instante nos internamos en diferentes paisajes. En algunas partes de la ruta íbamos al lado del río Saint-Laurent. Nos encontramos a lo largo del recorrido con algunos ciclistas.
Luego de varios kilómetros, llegamos a las cascadas de Montmorency; estacionamos las bicicletas, las encadenamos en los racks que se encuentran detrás del edificio de recepción para subir al funicular, el cual asciende a una meseta por la que cae el río Montmorency, formando una fabulosa cascada de 83 m de alto (30 m más alta que las cataratas del Niágara).
Dentro del edificio, la cabina sube y baja continuamente. Se encuentran muchas personas esperando su turno y por fin nos llegó el nuestro. Nos acomodamos cinco personas en la góndola y nos elevamos.
El viaje fue corto, vimos la cascada desde arriba y más cerca; pude apreciar que del otro lado del río estaba una loma seca y muy vertical, y con escalones, en los que algunas personas transitaban. Esta forma de bajar o subir a la parte alta de la cascada, no tiene ningún costo.
En la parte alta de la montaña, están el museo, las tiendas, los restaurantes y los cafés. Este lugar es un parque y a veces hay muchos visitantes
Existe un puente que cruza por la orilla y por encima de la cascada. Cuando te paras a la mitad del camino es impresionante el ruido del agua y la fuerza con que cae. Es un espectáculo asombroso ver como se forma la gigantesca cortina de agua.
Después de bajar el último escalón, de un total de 487, hay una explanada que cruza el río que se une con el Saint-Laurent.
Nuestras bicicletas nos esperaban. Al regresar, vi en el centro de visitantes una pequeña tienda de pinturas, cuadros y postales. Roger Chouinard muy amablemente me invitó a pasar. De vuelta, tomamos el mismo camino de regreso a la ciudad de Québec.
Así terminamos este recorrido y agradecimos su hospitalidad a Jean-Marc Laprise; después de entregarle sus vehículos, fuimos a curiosear al marché du vieux-porto. Todavía nos quedó la tarde libre para caminar por otros lugares cercanos y disfrutar al máximo el resto del día en esta gran ciudad.
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